¿Por qué no debemos forzar a nuestro perro o gato a comer en verano?

El requerimiento energético de un animal se refiere a la cantidad de energía en forma de calorías que necesita consumir diariamente para mantener su peso corporal, realizar sus actividades diarias y llevar a cabo sus funciones fisiológicas adecuadamente.

Este requerimiento energético varía en función de varios factores, como el tamaño, la edad, el nivel de actividad física, el estado de salud, la temperatura ambiental y la etapa de vida en la que se encuentre el perro o gato.

Algunos de los factores que influyen en el requerimiento energético incluyen:

1- Tamaño: Los perros más grandes suelen requerir más calorías que los perros más pequeños debido a su mayor masa corporal.
Debemos tener presente que muchos perros, debido a su alta actividad y metabolismo, pueden también requerir más calorías que un perro de raza grande de vida sedentaria.

2- Nivel de actividad: Los perros muy activos, como aquellos que realizan actividades deportivas o trabajan en labores como perros de trabajo, necesitarán más calorías que los perros sedentarios.

3- Edad: Los cachorros y los perros jóvenes en crecimiento necesitan más energía para apoyar su desarrollo y crecimiento.

4- Estado de salud: Los perros enfermos o convalecientes pueden necesitar más calorías para recuperarse y mantener su salud.

5- Esterilización/castración: Los perros esterilizados o castrados pueden tener un metabolismo ligeramente más lento, lo que puede afectar sus requerimientos calóricos. No siempre es así, así que debemos observar cambios tras los meses posteriores a dichas intervenciones quirúrjicas por si debemos adaptar su dieta.

6- Condiciones ambientales: En ambientes fríos, los perros pueden necesitar más energía para mantener su temperatura corporal, así como en verano disminuye.


En Verano es normal que a veces coman menos ¡RESPÉTALE!

Ten algo presente: el calor puede disminuir el requerimiento energético de un animal.

Cuando las temperaturas son altas, los animales tienden a gastar menos energía en mantener su temperatura corporal, ya que no necesitan generar calor para contrarrestar el ambiente cálido. Esto es especialmente cierto en animales de sangre caliente (homeotermos) como los mamíferos.

Cuando un animal está expuesto a altas temperaturas, su cuerpo puede realizar ajustes fisiológicos para conservar energía. Algunos de estos ajustes incluyen una disminución de la actividad física y una reducción del metabolismo basal.

El metabolismo basal es la cantidad mínima de energía que un organismo necesita para mantener sus funciones vitales en reposo. Cuando las temperaturas son elevadas, el cuerpo puede reducir el metabolismo basal para evitar la producción excesiva de calor y, por lo tanto, ahorrar energía.

En cuanto a que el animal coma menos en condiciones de calor, también es normal. El calor puede afectar el apetito de los animales. Además, el consumo de alimentos puede aumentar la temperatura corporal debido al proceso de digestión, lo que podría ser indeseable cuando el ambiente ya es cálido.


¿Por qué no debemos forzarles/engañarles para que coman más en verano?

Forzar a un animal a comer durante el verano a un animal sano, engañándole con alimentos palatables, cuando su requerimiento energético puede disminuir, puede no ser una práctica adecuada ni ética.

La mayoría de los perros y gatos experimentan cambios en su metabolismo y comportamiento durante las diferentes estaciones del año. En el verano, algunos peques pueden reducir naturalmente su ingesta de alimentos debido al aumento de las temperaturas y a la disminución de su actividad para evitar el sobrecalentamiento. Sencillamente, pueden NO NECESITAR COMER IGUAL QUE EN INVIERNO. Y debemos respetarlo.

Forzar a un animal a comer más de lo que necesita puede llevar a diversos problemas de salud, como la obesidad y las enfermedades relacionadas. El sobrepeso puede generar complicaciones graves, incluyendo problemas cardíacos, articulares y respiratorios. Además, una dieta forzada podría provocar estrés y malestar en el animal, afectando negativamente su bienestar general.

Es esencial respetar el comportamiento natural de los animales y brindarles una dieta equilibrada y adaptada a sus necesidades específicas en cada estación del año.


En Ole tus huellas nunca os venderemos productos cuyo fin principal sea hacerles comer más por el hecho de ser verano, por los motivos anteriormente descritos.

Tampoco lanzaremos post en redes sociales o blogs meramente comerciales con el único fin de incentivar la ingesta de comida y de productos específicos cuando un animal sano decide comer menos en verano.

Nuestra prioridad es cuidaros debidamente 🙂

La comida húmeda, snacks líquidos y helados que seleccionamos por su alta calidad nutricional, sí puede ayudaros a hacer más llevaderos los días de más calor, les hidratarán mejor, pero nunca los concebimos como alimentos para cebar, engañar o incentivar el apetito.

Si tienes dudas sobre la alimentación de tu perro o gato en verano, consúltanos antes de realizarnos el pedido para recibir orientación profesional adecuada sobre su dieta y cuidados durante esta época del año.


Artículo sujeto a derechos de autor
© Aida Suárez
Experta Universitaria en Dietética y Nutrición Veterinaria y ATV

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