Rascador Diógenes

84,75  IVA inc.

Rascador Diógenes


Altura: 50 cm.

Diámetro: 33 cm

2 plantas (alturas conectadas)

Ideal para los gatos más frikis que desean estar solos y ” a salvo” de todo el mundo.


Entrega en 10 días laborables

Descripción

Rascador Diógenes

– Con superficie de rascado de sisal y forro de peluche largo.
– Plataforma acolchada.
– Con 2 plantas forradas suave felpa.
– Incluído juguete con banda elástica.


IMPORTANTE

Enseñarles a utilizar el rascador es el A,B,C de un buen propietario de gatos.
Para ellos arañar es algo totalmente natural.
Mucha gente asocia erróneamente esta cualidad felina con destrucción deliberada, y terminan castigando a los pobres gatos por arañar sus muebles o sus cortinas o, lo que es peor, los desungulan; una mutilación altamente dañina para el equilibrio mental y emocional de un gato.


¿Cómo enseñar a tu gato a usar el rascador?

La mayoría de gatos utilizan el rascador por propia iniciativa, por instinto. Les encanta y  lo usan a diario. En él se estiran, afilan sus uñas, las desgastan y disfrutan de largas siestas si éste incorpora alguna cuevita o cuna.

Truquito 1:

 Rasca tú mismo el rascador o coge sus patitas para enseñarle.

El minino te mirará y quizás no haga nada, pero ten por seguro que estará aprendiendo.
Repite varias veces al día de tal manera que él pueda observarte.
Personalmente prefiero el truco de coger sus patitas delanteras y suavemente deslizarlas por el rascador. ¡Con mis gatos funcionó siempre!
Algunos comprenden rápidamente este gesto y lo convierten en hábito diario.
A otros les cuesta más, pero hay que insistir… ¡paciencia!

Truquito 2:

¡Si rascas hay premio!

Tienes que estar pendiente de él para premiarle con su snack favorito cuando rasque sus uñitas.
Tienes que dárselo en cuanto veas que está usando el rascador, sino no asociará el premio con el acto de rascar.
Listísimos que son, verás como enseguida el rascador se convertirá en su entretenimiento favorito ^_^

Truquito 3:

¡Colócalo en diferentes zonas hasta dar con el sitio perfecto!

Los que hemos tenido o tenemos gatos sabemos que son “muy suyos”. Así que tendrás que adaptarte un poco a ellos para conseguir que utilice el rascador.
Colócalo en un sitio tranquilo, donde tenga la mayoría de sus cositas. Alejado de la bandeja de arena.
Sigue los truquitos anteriores y dale un tiempo prudencial para que se adapte al “nuevo invasor”…
Si pasa el tiempo y tu gatito no lo ha empezado a utilizar, cámbialo de sitio. Por ejemplo, colócalo en zonas donde sabes que suele arañar y afilarse las uñas.

¡Dale tiempo, terminará usándolo!

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